Meditación - 2020 diciembre 07

(Lectura de la Biblia en tres años: Ester 4, Hechos 16:30–33)

Paz en el tenso pasado

67 Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó: 68 «Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. 69 Nos envió un poderoso Salvador en la casa de David su siervo 70 (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas)

Lucas 1:67-70.

Hace años, un cristiano llamado Matthew Murray disparó y mató a dos personas en un centro de ministerio juvenil en Colorado. En su coche encontraron una carta dirigida a Jesucristo. Decía:

¿Por qué no se produjo ningún cambio ni vino ninguna ayuda cuando te recibí como Señor y Salvador?

En caso de que tú y yo imaginemos que nunca podríamos llegar a lo que Murray llegó, el padre de Juan el Bautista, Zacarías, alza una voz fuerte para decirnos lo contrario. Acabamos de escucharlo cantar a voz en cuello. ¿Sabes por qué cantó tan fuerte? Porque hasta ese momento había sido silenciado por dudar de la palabra de Dios. Nueve meses antes, el ángel Gabriel le dijo a Zacarías que él y su esposa Elisabet, tendrían un hijo. Zacarías le dijo al santo ángel básicamente: "No te lo creo. Dame evidencia. Mi esposa y yo ya somos demasiado viejos para tener hijos".

Es obvio, que, si un creyente tan fuerte y maduro como Zacarías podía dudar, tú y yo también podemos. Nosotros de hecho lo hacemos. A veces dudamos de las promesas de Dios. Se nota en los pensamientos inquietos y oscuros que invaden nuestras mentes. A veces, miramos hacia atrás y nos sentimos enojados por algún dolor o pena. Otras veces, miramos hacia delante y nos sentimos ansiosos por un mal que pudiera suceder.

Pero es aquí donde el himno de Zacarías nos llena de paz. ¿Te diste cuenta de los tiempos verbales que usó Zacarías? Escucha de nuevo. “Bendito sea el Señor… porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso Salvador.” Zacarías usó el tiempo pasado como si la promesa de Dios ya se hubiera cumplido. La cosa es que el niño Jesús que iba a cumplir estas promesas aún está a seis meses de nacer. ¡Sin embargo, Zacarías canta como si las promesas de redención en Cristo ya se hubieran cumplido! ¿Cómo pudo cantar eso? Fácil. Dios es tan fiel y tan comprometido contigo que sus promesas de amarte y salvarte ya están cumplidas incluso antes de que actualmente se realicen en el tiempo. 

Así que escucha las promesas de Dios: “Yo lavaré todas tus dudas en la sangre de mi Hijo. Enviaré a mi santo ángel para protegerte”. Escucha esas promesas y canta en paz en el tiempo pasado: “Bendito sea el Señor, porque me ha limpiado, me ha protegido y cuidado!

Oración:

Príncipe de paz, el Fiel y Verdadero, llénanos con tu Espíritu Santo para que no vacilemos en la duda, sino que a diario cantemos tu alabanza: "Bendito eres por cumplir todas tus promesas". Amén.

Lea el Capítulo Completo Aquí