Meditación - 2020 diciembre 04

(Lectura de la Biblia en tres años: Ester 1, Hechos 16:6–10)

¡Esperando en lo inesperado!

«Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos             —afirma el Señor—.

Isaías 55:8

Fue inesperado. Me refiero al momento en la película Los juegos del hambre. La película se trata de unos juegos crueles en un mundo pos apocalíptico. 24 jóvenes (conocidos como tributo) de edades de 12 a 18 años pelean hasta la muerte. El ultimo que queda es el ganador. En un momento de suspenso, una niña frágil llamada Primrosa es escogida para competir y todos se quedaron horrorizados. Mientras Primrosa avanzaba como corderita al matadero, su hermana, Katniss, llena de furia, compasión y amor, gritó inesperadamente: "¡Me ofrezco como tributo!"

Lo que Katniss hizo fue inesperado, pero solo en un sentido, solo en el momento del grito. Nadie anticipó el grito de ese instante. En otro sentido su sacrificio no fue inesperado. Katniss era la hermana de Primrosa. Que una hermana se sacrifique por otra es bello e impresionante pero no impensable. El amor sacrificial de un miembro de la familia por otro no es más allá que un amor humano.

Pero, aquí es donde los pensamientos de Dios van mucho más allá de los nuestros. ¡Sólo piénsalo! No somos la inocente Primrosa. ¡Somos por nacimiento los organizadores culpables, corruptos y crueles de los juegos del hambre! Deseamos el control que no es nuestro; perseguimos el lujo en vez de ser generosos; a menudo luchamos no por los demás, sino para hacernos la vida más fácil. Cuando nos sentimos culpables, intuitivamente intentamos resolver nuestro problema cósmico con Dios en tratar de ser mejores o construyendo una estrategia de algún tipo de compromiso o excusando nuestro egoísmo. Esos son nuestros pensamientos. Esos son nuestros caminos. Pero, ¡mira los de Dios! Él sabía que nuestro plan de salvación no iba a funcionar ¡Él sabía lo que somos por nacimiento y nos amó de todos modos! ¡Dios ofreció a su Hijo como tributo no por Primrosas inocentes sino por los crueles organizadores de los juegos del hambre! Katniss avanzó para sacrificarse por una inocente. Jesús avanzó lleno de compasión, amor y furia contra el pecado y Satanás para sacrificarse por los culpables, ¡por ti y por mí!

¡Que inesperado! ¿Y qué significa ese amor inesperado? Significa esto: podemos vivir clamando como el profeta Miqueas: "He puesto mi esperanza en el Señor; espero en el Dios de mi salvación.”

Oración:

Querido Padre, verdaderamente tus pensamientos y caminos no son los nuestros. No escatimaste ni a tu único Hijo, sino lo entregaste incluso por mí! ¡ Señor, mi esperanza está en ti. Amén.

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