Skip to content

Meditación - 2020 diciembre 02

Meditación - 2020 diciembre 02

(Lectura de la Biblia en tres años: Nehemías 12:27–47, Hechos 15:36–41)

Esperando lo mejor

14 Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por causa de lo que has hecho... «15 Pondré enemistad entre tú y la mujer,     y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza,     pero tú le morderás el talón».

Génesis 2:8-9,15-17; 3:6,14-15

Al hacer planes, al esperar a ver cómo van a salir las cosas, una sabia filosofía del futuro que nos alienta a adoptar es la siguiente: espera lo mejor; prepárate para lo peor.

En el último sentido, esa es la filosofía de la fe que los creyentes del Antiguo Testamento adoptaron para el futuro. Por un lado, los creyentes descendientes de Adán y Eva se prepararon para lo peor. Ellos no vivieron con expectativas poco realistas que este mundo sería como el jardín del Edén antes de la caída al pecado. Bien sabían que en este mundo afrontarían aflicciones y muerte. Al mismo tiempo, esperaban lo mejor, lo absolutamente mejor – el cumplimiento de la promesa de Dios que la simiente de la mujer aplastaría la cabeza del diablo.

¿Cuál es tu filosofía de vida y del futuro? ¿Esperas lo mejor incluso mientras te preparas para lo peor? Si eres como yo, a veces estás todo al revés. Somos propensos a tener expectativas de vida irrealmente altas. Por eso cuando suceden cosas malas, podemos sentirnos tan decepcionados, tan frustrados y hacer nuestros berrinches. A veces nos impacientamos, "¿Hasta cuándo, Señor?"

Permíteme ahora renovar tu esperanza de lo mejor, incluso mientras vives en un mundo que a veces puede ser lo peor. Mira de nuevo la promesa de Cristo en Génesis 15. «Serpiente, la simiente de la mujer te aplastará la cabeza». Escucha esa promesa y ponte a pensar, “Mira como Dios me ama. Mira como me ha asegurado el futuro. Sabiendo que haría yo lo peor, ¡mi Dios se preparó! En esta primera promesa de Cristo veo como mi Dios perfectamente anticipó mi rebelión y preparó la solución. ¡Y que solución! ¡Que amor! ¡Que promesa! Antes de que cayera en pecado, mi Padre me dio lindísimos regalos – un alma santa, un cuerpo sano, una vida y un hogar perfecto. ¿Y después de que le escupí en la cara y le di la espalda por pecar contra él? Entonces Él me dio su mejor regalo y más bella promesa todavía: la promesa de su único Hijo como mi propio Redentor y Salvador de lo peor que hago, pienso, y digo! ¡Increíble!”

Ya que Dios te ama así, ya que te hizo tal promesa, sí, sí, mira la vida con realismo, pero, sobre todo, espera lo mejor. Espera en Cristo, sabiendo que lo mejor está por venir.

Oración:

Padre, recuérdame en esta vida de tribulación de la promesa de mi Salvador. Hazme ver en ella cómo estabas en tu mejor momento, cuando yo estaba en mi peor, y así lléname de esperanza. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 abril 23

Ver Recursos

Meditación - 2019 diciembre 17

Ver Recursos