Meditación - 2020 agosto 27

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Crónicas 7:1–19, Juan 17:1–4)

TODO ISRAEL SERÁ SALVO

Hermanos, quiero que entiendan este misterio para que no se vuelvan presuntuosos. Parte de Israel se ha endurecido, y así permanecerá hasta que haya entrado la totalidad de los gentiles. De esta manera todo Israel será salvo, como está escrito: «El redentor vendrá de Sión y apartará de Jacob la impiedad.

—Romanos 11:25–26

Los israelitas fueron rebeldes a la voluntad de Dios y a su palabra desde sus inicios. Inclusive cuando las doce tribus eran solo los doce hijos de Jacob el único que temía al Señor con fe genuina era José. Las duras pruebas que atravesaron llevaron a los doce patriarcas a hacer examen de conciencia y proceder al arrepentimiento. Sin embargo la fe de sus descendientes se debilitó tanto que cuando Moisés los condujo al Sinaí para ser el reino de sacerdotes de Dios, ellos violaron el pacto y optaron por ser igual de idolatras a los paganos. La siguiente generación, conducidos por Josué, se estableció en la tierra prometida pero siguió rebelándose de modo que siglos más tarde fueron deportados a Babilonia. Cuando vino el Mesías solo una parte de ellos le siguió. De ese remanente, Cristo estableció su iglesia. Los verdaderos creyentes del Antiguo Testamento junto con los verdaderos creyentes del Nuevo Testamento conforman el Israel de Dios. Muchos de los creyentes del Nuevo Testamento no tienen sangre hebrea pues son de origen gentil ¿cómo pueden entonces ser parte del Israel de Dios?

Para ser del Israel de Dios no es necesario haber sido circuncidado físicamente ni haber nacido de una familia judía. Pero es indispensable haber sido circuncidado en el corazón con la circuncisión de Cristo y haber nacido de la palabra (Romanos 2:28, 29; Colosenses 2:10-13; Juan 3:3-5; Santiago 1:18). Esto solo puede suceder por obra del Espíritu Santo y no por algo que hagamos nosotros (Juan 1:12-13; Efesios 2:8-9) Pablo nos dice que el Israel natural persistirá en su rebeldía contra la palabra de Dios «hasta que el número de los gentiles sea completado». ¿Significa eso que no se convertirá ningún judío más? No. Pero el judío que es convertido a Cristo entra como un gajo injertado a un olivo. Al haber rechazado a Cristo fue desgajado por su incredulidad y dejó de ser parte del pueblo de Dios. Es injertado nuevamente, no en base al antiguo pacto sino, por los méritos de Cristo, es decir por el nuevo pacto. (Romanos 11:17-24)

Oracion:

Señor, gracias te doy por haberme salvado por los méritos de tu Hijo y porque el Espíritu Santo me ha llamado, iluminado, santificado y hablado en la Santa Escritura. Te suplico me guardes de caer en la tentación de buscar revelaciones divinas en cualquier otra fuente que no sea la Biblia. Amén.

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