Skip to content

Meditación - 2020 agosto 21

Meditación - 2020 agosto 21

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Crónicas 4:1–23, Juan 15:18–27)

EL PODER DE LA PALABRA

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.

—Hebreos 4:12

Hoy muchas personas proclaman que la oración tiene poder. Inclusive hay quien imagina que se puede hacer una «oración fuerte al Espíritu Santo» implicando que para algunos casos se necesita una dosis fuerte de oración. Por otra parte, otros suponen que el ayuno tiene más poder y lo que la oración no logró, el ayuno lo conseguirá. De esta manera la atención se concentra en el ser humano que ora o ayuna y no en Dios que es el que realmente tiene el poder. Según la Biblia, la Palabra de Dios tiene el poder de Dios ¿Cómo así?

El Señor creó todas las cosas con el solo poder de su Palabra: «Por la palabra del SEÑOR fueron creados los cielos» (Salmo 33:6 cf. Isaías 55:11). Sin embargo, puesto que la palabra de Dios consiste de ley y de evangelio es necesario dejar claro cuál es el poder de los mandatos de cada uno de ellos. La ley es el conjunto de mandatos morales que Dios demanda sean cumplidos por todas las personas de todos los lugares y épocas de la tierra. El Decálogo (los mandamientos que Moisés recibió en el monte Sinaí) es el resumen de la ley moral. La ley moral no tiene poder para cambiar ni convertir a nadie. Nadie se hace obediente por el solo hecho de conocer la ley. Debido a nuestra naturaleza pecaminosa nacemos incapaces de obedecer la ley moral, como lo dice Pablo: «los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden» (Romanos 8:7 RV60) La ley moral de Dios no convierte a nadie, lo más que puede hacer es mostrar el pecado y sus consecuencias: «Si se hubiera promulgado una ley capaz de dar vida, entonces sí que la justicia se basaría en la ley.» (Gálatas 3:21). Pero el evangelio, (las promesas incondicionales de salvación) sí tiene el poder de convertir pues «es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree» Solo el evangelio tiene el poder de decir: «Tus pecados son perdonados, cree solamente» y con esa orden crear la fe.

Oracion:

Señor, gracias porque por tus méritos me has permitido entrar en tu reposo. Con tu dura palabra de ley me abriste los ojos para ver mi triste condición de pecador condenado al castigo eterno, y cuando más angustiado me sentía me has iluminado con la luz de tu evangelio. Con tu perdón me has dado vida nueva, de tal manera que la luz de tu amor ya brilla en medio de mis tinieblas. Te suplico siempre brilles en mí. Brilla en mí reflejando la luz del Padre, tu glorioso evangelio de amor. Gracias a ti he sido lavado y tengo vida nueva. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos