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Meditación - 2020 agosto 06

Meditación - 2020 agosto 06

(Lectura de la Biblia en tres años: 2 Reyes 19:16–37, Juan 12:20–26)

LA PARÁBOLA DE LA RED

Así será al fin del mundo. Vendrán los ángeles y apartarán de los justos a los malvados, y los arrojarán al horno encendido, donde habrá llanto y rechinar de dientes.

—Mateo 13:49–50

«Cristo viene en cualquier momento y es necesario estar preparados para no ir al horno ¿cómo podemos estar preparados? Ame con hechos a Dios y a su prójimo: vaya a la iglesia a adorar, escuche el mensaje, dé la ofrenda y luego vaya al prójimo necesitado y ayúdele: haciendo esto será recibido en el cielo» Estas palabras resumen el mensaje central de la gran mayoría de iglesias y predicadores que han salido por todo el mundo. ¿Es lo que la Biblia enseña?

No hay nada de malo en realizar todo lo que esas palabras animan hacer. Lo malo es el motivo: creer que por hacer todas esas cosas buenas el cielo nos recibirá va en contra de lo que Cristo y sus discípulos enseñan. La Biblia es clara en enseñar que nuestras buenas obras no sirven para estar en buena relación con Dios. Puesto que somos pecadores de nacimiento, todo lo bueno que hacemos es imperfecto, y Dios, que es perfecto, solo acepta lo perfecto. Delante de Dios, como lo dice el profeta, «todos nuestros actos de justicia son como trapos de inmundicia.» (Isaías 64:6).

Solo la obra de Cristo: 1) su perfecta obediencia a la voluntad de Dios (resumida en el Decálogo) en lugar nuestro, nos es atribuida gratuitamente para declararnos justos; 2) su sacrificio expiatorio en lugar de nosotros para sufrir el castigo que merecemos, y así otorgarnos el perdón gratuito de todos nuestros pecados. Es solo por los méritos de Cristo que podemos estar en buenas cuentas con Dios y ser contados como buenos y justos por la fe sola. Esa fe que salva es un don que Dios nos otorga al oír las buenas noticias (el evangelio). Es esa misma fe la que nos mantiene aptos para su venida. De ahí que, aunque la red recoge muchos peces, una parte va al horno y la otra no. Todos estaban en la misma red: 1) Unos se congregaban para reforzar su creencia de que no eran tan malos y que podían hacer algo para contribuir a su propia salvación. 2) Los otros se congregaban para reconocer que merecen el infierno y que por eso necesitan ser salvos por la sola gracia; y en gratitud quieren esperar la venida de Cristo viviendo agradecidos a él. Sólo Dios y los ángeles pueden distinguirlos.

Oracion:

Señor, tu Hijo Jesucristo cumplió la ley en lugar mío y con su sacrificio en la cruz pagó por mis pecados como mi sustituto. Por sus méritos, soy parte de tu pueblo elegido y me has llamado a servirte como sacerdote que confiesa tu palabra y como discípulo de tu Hijo amado. En gratitud quiero confiar sólo en sus méritos para conocerte, estar a cuentas contigo, y vivir una vida santa guiado por tu ley moral, mientras anuncio la salvación gratuita esperando su venida. Amén.

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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