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Meditación - 2020 abril 14

Meditación - 2020 abril 14

(Lectura de la Biblia en tres años: 1 Samuel 17:1–17, Lucas 19:18–27)

UN SIERVO INÚTIL

El rey contestó: “Les aseguro que a todo el que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.

—Lucas 19:26

Cada cristiano, desde el momento de su nuevo nacimiento, recibe de Cristo un tesoro, que debe ser bien administrado. Cuando el Señor llegue en su segunda venida vamos a tener que dar cuentas de cómo lo hemos administrado. ¿Cuál es ese tesoro? ¿Cómo y cuándo es bien administrado?

El apóstol pablo habló de este tesoro cuando escribió: «Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros» (2 Corintios 4:7). Al leer los versículos previos a este, es fácil ver que este tesoro es el evangelio, las buenas noticias de salvación por los méritos de Jesucristo. Pablo exhortó a Timoteo: «Retén la forma de las sanas palabras que de mí oíste, en la fe y amor que es en Cristo Jesús. Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros.» (2 Timoteo 1:13,14). Ese buen depósito es el evangelio.

El señor quiere que seamos administradores fieles de su evangelio. Con la parábola del texto de la meditación para Jesús enseña la importancia de ser responsables con el tesoro que nos ha encomendado. Él quiere que este tesoro se conserve libre de toda contaminación y que sea fructífero. El evangelio es la noticia de lo que Cristo hizo para el perdón de nuestros pecados. Hay evangelio cuando una persona aterrorizada de saber que merece toda la ira de Dios escucha que Cristo obedeció perfectamente la voluntad de Dios y sufrió el castigo en lugar del pecador. Esa palabra es poderosa y crea fe en el corazón de esa persona. Pero cuando el pecador resiste persistentemente esa misma palabra endurecerá ese corazón más y más. Nuestra responsabilidad es predicar esa palabra y dejar el resultado en manos del Señor. Nuestra naturaleza pecadora no quiere que prediquemos. Por eso merecemos el castigo. Gracias a Cristo fuimos perdonados y en gratitud queremos anunciar el evangelio. Pero no lo hacemos perfectamente como Dios lo exige. Por eso Dios añade los méritos de Cristo a fin de que recibamos la recompensa de gracia, un premio que no merecemos.

Oración:

Bendito Señor, concédeme guardar en mi corazón como un tesoro precioso y amado tus verdades santas. Concede que diariamente crezca en estatura, en sabiduría y piedad, en el temor de Dios, en el conocimiento de tu voluntad, y en favor para contigo y con los hombres. Pero también te suplico me concedas el valor y anhelo de publicar las buenas noticias de lo que Cristo hizo por nosotros pecadores. Dame la sabiduría para discernir cuándo y a quién hablar tu ley en toda su dureza o cuando anunciar tu evangelio en toda su dulzura. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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