Skip to content

Meditación - 2019 septiembre 29

Meditación - 2019 septiembre 29

(Lectura de la Biblia en tres años: Levítico 19:15–37, Marcos 2:13–22)

LA INTERCESIÓN DE MOISÉS A FAVOR DE UN PUEBLO TERCO

El Señor le dijo a Moisés:
—Baja, porque ya se ha corrompido el pueblo que sacaste de Egipto […] se han hecho un ídolo en forma de becerro, […] se han inclinado ante él, […] Yo voy a descargar mi ira sobre ellos, y los voy a destruir. Pero de ti haré una gran nación.
Moisés intentó apaciguar al Señor su Dios, y le suplicó:
—Señor, ¿por qué ha de encenderse tu ira contra este pueblo tuyo, que sacaste de Egipto con gran poder y con mano poderosa?

—Éxodo 32:7–11

¿Por qué Dios dijo a Moisés que destruiría al pueblo? ¿Acaso no sabía que era un pueblo rebelde desde antes de sacarlos de Egipto?

Dios no tolera el pecado pues es santo, por tanto, ama lo bueno y odia lo malo. La ira de Dios es justa pues Israel no solo rompió el pacto sino también, al adorar a un becerro de oro, es decir, un ídolo incurrió en idolatría grosera. Innegablemente merecían toda la ira de Dios y eso es precisamente lo que le dice a Moisés. Sin embargo, Moisés conoce a Dios y sabe que si bien él es justo, también es misericordioso. Por eso ante la posibilidad de constituirse en el patriarca de una nueva nación, Moisés prefiere el camino del amor abnegado e intercede por un pueblo que no merece el perdón ni la compasión. Al hacerlo Moisés expresa amor ágape. El amor ágape es el amor que da no lo que se merece sino lo que se necesita. El pecador pueblo de Israel merece perecer y no que alguien interceda por ellos. Moisés intercede por su pueblo sabiendo que no es querido por ellos. Lo hace en gratitud a los méritos de Cristo por los cuales él mismo había sido redimido (Hebreos 11:26). La Biblia dice que Moisés intercedió por Israel apelando a las promesas de Dios y que fue oído: «Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac e Israel. Tú mismo les juraste que harías a sus descendientes tan numerosos como las estrellas del cielo; ¡tú les prometiste que a sus descendientes les darías toda esta tierra como su herencia eterna! Entonces el Señor se calmó y desistió de hacerle a su pueblo el daño que le había sentenciado.» (Éxodo 32:13,14). Dios sabía que pueblo era imperfecto y que se rebelaría contra él. Pero los perdonó por causa de su gracia. Dios se place en ser misericordioso y más si sus hijos son quienes le suplican que obre así y de acuerdo a sus promesas.

Jesucristo, habiendo entregado su vida por nosotros, hoy intercede a favor nuestro y el Padre se complace en responder favorablemente su petición de acuerdo a sus promesas, y como lo dice el apóstol Juan: «Ésta es la promesa que él nos dio: la vida eterna.» (1 Juan 2:25). En gratitud vamos a querer ser intercesores también.

Oración:

Señor, cuando solo merecía tu ira diste tu vida por mí. Hoy intercedes por mí a pesar que no lo merezco. Que mi corazón ame al prójimo de modo que interceda por él siempre, especialmente cuando no lo merece. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Meditación - 2019 julio 18

Ver Recursos

Servicio - 13 enero 2019

Ver Recursos

Meditación - 2020 enero 30

Ver Recursos