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Meditación - 2019 septiembre 02

Meditación - 2019 septiembre 02

(Lectura de la Biblia en tres años: Éxodo 40:1–16, Mateo 26:17–21)

EL TABERNÁCULO DE REUNIÓN

El Señor habló con Moisés y le dijo: «En el día primero del mes primero, levanta el santuario, es decir, la Tienda de reunión. Pon en su interior el arca del pacto, y cúbrela con la cortina. Lleva adentro la mesa y ponla en orden. Pon también dentro del santuario el candelabro, y enciende sus lámparas. Coloca el altar del incienso frente al arca del pacto, y cuelga la cortina a la entrada del santuario.

—Éxodo 40:1–5

Cerca de mil quinientos años antes de la venida de Jesucristo, Dios asignó a Moisés la responsabilidad de edificar un tabernáculo (del latín tabernacŭlum, tienda de campaña) que serviría como un santuario y como una «tienda de reunión», es decir, un punto de encuentro entre Dios y el hombre. Desde el tiempo de la expulsión de Adán y Eva del paraíso los seres humanos carecían de un lugar en el cual poder encontrar a Dios con certeza. Debido al pecado, había un desencuentro entre Dios y los hombres. Por esta razón Dios manda a Moisés construir ese punto de encuentro (Éxodo 25:8).

Dentro de la tienda de reunión y al fondo, en el lugar santísimo, estaba ubicada el arca del pacto; y dentro de ella las tablas de los mandamientos. Encima el arca, como una tapa, se encontraba el propiciatorio cubierto con la sangre de la expiación. Desde el propiciatorio Dios condenaba el pecado y extendía su misericordia. Todo esto era una figura del verdadero tabernáculo que sería revelado más tarde. El apóstol Juan escribió: «Y el Verbo se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.» (Juan 1:14, La Biblia Textual). Sí, el punto de encuentro entre Dios y el hombre no es un templo hecho por manos humanas sino Jesucristo, Dios encarnado para nuestra redención. Su sangre derramada es el nuevo pacto. Las tablas de la ley señalaban su obediencia perfecta en lugar de nosotros y la tapa del arca lo señalan a él como nuestra expiación de pecados: «Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo» (1 Juan 2:2 RV95).

Por esto, todo pecador arrepentido tiene acceso al encuentro con Dios allí donde Él ha señalado su tienda de reunión: El Evangelio, es decir las buenas noticias que anuncian el perdón por los méritos de Cristo, tanto en la predicación como en los sacramentos del bautismo y la Cena del Señor. Con justa razón son denominados «medios de gracia» pues mediante los tales se nos anuncia su amor incondicional en Cristo. En gratitud vamos a querer apreciar los encuentros con Dios.

Oración:

Señor, mediante tus medios de gracia afírmame y fortaléceme en la verdadera fe para la vida eterna. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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