
Meditación - 2019 octubre 27
Meditación - 2019 octubre 27
(Lectura de la Biblia en tres años: Números 7:44–67, Marcos 7:14–23)
LAS OFRENDAS DE LOS ISRAELITAS
También presentó una bandeja de oro de ciento diez gramos, llena de incienso.
—Números 7:44
Además de la ofrenda que lleva a la iglesia, ¿Cuáles otros aspectos de su vida y persona ha consagrado al servicio del Señor?
El capítulo siete de Números, del que es tomado el texto de la meditación de hoy, trata de las ofrendas que presentaron las tribus de Israel en el desierto el día de la dedicación del tabernáculo. Para Israel, el tabernáculo constituía la presencia de Dios en medio de ellos. Por tanto, era del interés de todos ellos suministrar ofrendas para sostener la adoración. Aunque cada tribu era diferente en cuanto a tamaño y riqueza, todas llevaron igual ofrenda. El Espíritu Santo inspiró Moisés, a llevar un registro muy cuidadoso y detallado de cada ofrenda por separado, para mostrar que el Señor conoce, reconoce y se complace con las ofrendas de cada individuo. Del mismo modo que tomó en cuenta la ofrenda que llevó la viuda pobre al templo, y que recibió el reconocimiento y los comentarios de nuestro Salvador (Lucas 21:1–3). Delante de Dios la ofrenda es valiosa en función de la devoción con la que se ofrece antes que en su valor monetario.
Debido a nuestra naturaleza pecadora nuestras ofrendas imperfectas no son gratas a Dios, a menos que sean hechas en gratitud por los méritos de Cristo. La ofrenda es parte del aprecio expresado a Dios como adoración. Le ofenden las ofrendas del pecador impenitente (Mateo 5:23,24, 48 cf. Isaías 1:13-17) pues él es Santo. Cristo obedeció la ley moral perfectamente en lugar nuestro y sufrió nuestro castigo a fin de que, por esos méritos, seamos gratos delante de Dios. Dios no quiere los bienes que poseemos, nos quiere a nosotros consagrados a Él (Romanos 12:1,2; Filipenses 2:17; Colosenses 3:23; Hebreos 13:15). El apóstol Pedro escribió respecto de la iglesia: «Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.» (1 Pedro 2:4-5). En gratitud vamos a querer servirle en adoración en cada momento y acto de nuestra vida.
Oración:
Que mi vida entera esté consagrada a Ti, Señor. Que a mis manos pueda guiar el impulso de tu amor. Que mis pies tan sólo en pos de lo santo puedan ir: y que a Ti, Señor, mi voz se complazca en bendecir. Que mis labios al hablar, hablen sólo de tu amor. Que mis bienes dedicar yo los quiera a Ti, Señor. Que mi tiempo todo esté consagrado a tu loor. Que mi mente y su poder sean usados en tu honor. Toma, ¡oh Dios!, mi voluntad, y hazla tuya nada más; Toma, sí, mi corazón y tu trono en él tendrás. Amén. (CC255).
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos