
Meditación - 2019 octubre 24
Meditación - 2019 octubre 24
(Lectura de la Biblia en tres años: Números 6, Marcos 6:45–52)
¿QUIÉNES SON LOS SIERVOS INÚTILES?
Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, deben decir: “Somos siervos inútiles; no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber.”
—Lucas 17:10
Desde la salida de Egipto hasta el rey David, mientras el santuario de Dios era una frágil tienda hechas de telas, los santuarios paganos eran maravillosas y costosas edificaciones. ¿Cuál era la poderosa motivación que movía a los paganos a edificar impresionantes templos y palacios?
Según la Biblia, la primera edificación de gran notoriedad fue la torre de Babel. La fuerza que movió a sus constructores a emprender semejante desafío fue el de conseguir renombre, ellos dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos» (Génesis 11:4). Por causa de nuestra naturaleza caída todos nos inclinamos a procurar ser estimados como más importantes que los demás. Esta forma de pecado, la vanagloria, es el gran motivador detrás de muchas proezas humanas. La vanagloria puede adoptar apariencia de devoción a Dios (piedad) y de solidaridad con el prójimo (2 Timoteo 3:1–5). Tal fue el caso de los fariseos que daban sustanciosas limosnas y ofrendas cuando todo el mundo podía enterarse. Así conseguían sentirse halagados de que la gente opine que de verdad eran muy buenos. Cristo dice que esa es toda la recompensa que los tales alcanzarán (Mateo 6:2, 5,16; 23:5). Detrás de la vanagloria está nuestro orgullo pecaminoso. Muchas de nuestras llamadas buenas obras surgen de esta motivación y por eso merecemos toda la ira de Dios. Cristo venció la tentación de la vanagloria; fue humilde y su devoción a Dios fue genuina en lugar nuestro (Mateo 4:6,7). En la cruz murió padeciendo el castigo por este pecado nuestro. En gratitud vamos a querer hacer buenas obras obrándolas en humildad al considerar a los demás como superiores a nosotros mismos y reconociendo que somos siervos inútiles; pues no hacemos más que cumplir con nuestro deber (Filipenses 2:2, 5, 6).
Oración:
Señor, concédeme tal comprensión de todas tus misericordias, que mi corazón sienta verdadera gratitud hacia Ti y que glorifique tu santo nombre no solamente con mis labios sino también con mi vida, de tal manera que te presente mi cuerpo y alma, corazón y mente, talentos y facultades, juntamente con las ofrendas que te ofrezco cuando nos congregamos para escuchar tu evangelio, todo lo cual lo es mi culto racional y devoción a Ti Amén.
Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.
Más Contenido

Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Meditación - 2019 julio 18
Ver Recursos
Servicio - 13 enero 2019
Ver Recursos
Meditación - 2020 enero 30
Ver Recursos