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Meditación - 2019 mayo 30

Meditación - 2019 mayo 30

(Lectura de la Biblia en tres años: Génesis 24:44-67, Mateo 8:5-17)

LAS NACIONES SE REUNEN COMO PUEBLO DEL DIOS DE ABRAHAM

Dios reina sobre las naciones;

Dios se sienta sobre su santo trono.

Los príncipes de los pueblos se reunieron

como pueblo del Dios de Abraham.

—Salmos 47:8, Reina-Valera 1995

En la antigüedad muchos pueblos eran absorbidos por la violencia y por eso sus costumbres eran horrorosas. Los pueblos que se organizaban y establecían la ley y el orden muchas veces sentían que era su deber poner en orden a los pueblos violentos y «civilizarlos». Sin embargo el método para alcanzar este objetivo usualmente fue la conquista violenta. Es decir obligar a los pueblos a sujetarse a sus conquistadores. Muchos maestros del pueblo de Israel imaginaban que el Mesías haría algo similar y que el Salmo que hoy meditamos apoyaba esa misma idea.

Esa idea la apoyaban con el pasaje que dice: «Sometió a nuestro dominio las naciones; puso a los pueblos bajo nuestros pies. (Sal 47.3). El contexto del Salmo revela una idea muy diferente: «Los príncipes de los pueblos se reunieron como pueblo del Dios de Abraham». Esto solo sucedió cuando vino el Nuevo Pacto y la iglesia, que es el pueblo del Dios de Abraham, incorporó a gente de todas las naciones a este pueblo en cumplimiento de la gran comisión. En el Antiguo Pacto si algún gentil quería ser incorporado al pueblo del pacto solo podía hacerlo por la circuncisión. En el nuevo pacto la incorporación sucede mediante el bautismo por el poder del evangelio: «Además, en él fueron circuncidados, no por mano humana sino con la circuncisión que consiste en despojarse del cuerpo pecaminoso. Esta circuncisión la efectuó Cristo. Ustedes la recibieron al ser sepultados con él en el bautismo». (Colosenses 2:11-12). Es por el poder del Espíritu Santo que opera en el evangelio y no por una conquista armada que Cristo reina sobre las naciones (Zacarías 4:6).

Como lo explica el Dr. Martín Lutero: «El Espíritu Santo me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado y guardado en la fe verdadera. De la misma manera llama, congrega, ilumina y santifica a toda la iglesia cristiana en la tierra, y en Jesucristo la conserva en la verdadera fe. En esta iglesia cristiana diaria y completamente él me perdona a mí y a todos los creyentes todos los pecados. Y en el último día me resucitará a mí y a todos los muertos. Y nos dará vida eterna a mí y a todos los que creen en Cristo. Esto es ciertamente la verdad.

Oración:

Concédeme, Señor, el querer mantener mi mirada en ti y en tu obra redentora, de manera que en mí haya tal gratitud que me mueva a compartir el evangelio a los demás. Amén. 

 

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Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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