Meditación - 2019 diciembre 31

(Lectura de la Biblia en tres años: Deuteronomio 15, Lucas 2:1–7)

PALABRAS FINALES

El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto.»
Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.

—Apocalipsis 22:20–21

En la realidad en la que vivimos todo tiene un principio y un final. Hoy hemos llegado al último día de este año. Muchos proyectos fueron alcanzados pero otros todavía no. Sin embargo, mañana iniciamos el nuevo año y lo consideramos una nueva oportunidad para avanzar. El texto de hoy son las palabras de cierre con las que concluye la Biblia. Por tanto su mensaje es muy importante

El termino apocalipsis significa revelación en el sentido de quitar un velo, es decir de dar a conocer lo que estaba oculto. Sin embargo, hoy se suele llamar apocalipsis a cualquier evento desastroso. Pero, aunque en Apocalipsis de describen cataclismos, eso no es su tema central. El apocalipsis nos habla de la victoria definitiva de Jesucristo a favor de su iglesia. A través de los siglos los cristianos han padecido una gran tribulación en la que muchos tuvieron que sufrir el martirio. Pero aún los que no enfrentan los peores sufrimientos hay momentos de desánimo. Jesús por medio de Juan nos recuerda que él viene pronto. Que al final nos espera una eternidad en la que no habrá más llanto ni dolor. Pero es la gratitud por todo lo que él hizo por nosotros lo que nos mueve a decir: «Amén. ¡Ven, Señor Jesús!». Mientras él retorna somos invitados a continuar viviendo en la gracia de Dios. Jesucristo nuestro Señor y Salvador nos ha librado de las tinieblas y la muerte y nos ha llevado a luz y la vida. Lo hizo siendo nuestro sustituto tanto al obedecer perfectamente la ley moral por nosotros, como al morir pagando le castigo que merecemos. En gratitud vamos a querer rechazar la impiedad y las pasiones mundanas, y vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio, mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. (cf. Tito 2:12-13)

Oracion:

Señor, por mi propio poder no puedo vivir en santidad perfecta y mi viejo Adán conspira resistiendo tu palabra y tu voluntad. Te doy gracias porque me das perdón mediante tus medios de gracia; por tu Hijo Jesucristo que vino a vivir y morir para lograr la salvación y por este año en el que tu favor estuvo conmigo. Te suplico me guardes en la verdadera fe para la vida eterna. Amén.

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