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Meditación - 2019 diciembre 25

Meditación - 2019 diciembre 25

(Lectura de la Biblia en tres años: Deuteronomio 10:12–11:7, Lucas 1:32–38)

DIOS SE HIZO CARNE

En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

—Juan 1:1,14

¿Le hubiera gustado vivir en el tiempo del ministerio terrenal de Jesucristo y ser un seguidor suyo? He escuchado a muchas personas decir, que si ellos hubieran vivido en tiempos de Cristo no le hubieran negado como sí lo hizo Pedro; ni le hubieran abandonado como los discípulos lo hicieron después de su arresto; y que no hubieran dudado como Tomás. ¿Qué opina usted?

También yo, he soñado qué tal hubiera sido mi reacción a Cristo si hubiera sido uno de sus discípulos. Me puse a imaginar que le hubiese amado mucho, tanto, que no le abandonaría en su momento más difícil y que inclusive hubiera dado mi vida por él. Sin embargo, debo aceptar el hecho de que al ser un humano de carne y hueso, ante la prueba de fuego puedo fallar y no alcanzar a hacer lo correcto. Definitivamente es la voluntad de Dios que conozcamos que Cristo es Dios, el Hijo, hecho carne en el vientre de María, virgen. Además, reconozco que, como Dios adorarle es correcto. ¿Cómo podemos estar seguros que Jesucristo es realmente Dios?

La respuesta a esta interrogante no es tan difícil: Nuestra máxima autoridad en asuntos de credo y doctrina es la Biblia. No vamos crear enseñanzas bíblicas nuevas sino solo confiar en el testimonio bíblico dice al respecto: 1. Jesús enseñó que él es Dios (Juan 10:30-33; 14:8-11); 2. Jesucristo tiene los atributos divinos propios de Dios (Juan 14:8 cf. Mateo 28:18; Juan 1:1-3, 18); 3. Sus discípulos enseñaron que él es Dios (1 Timoteo 3:16); 4. Otras personas comprendieron y creyeron que Cristo es Dios como resultado de lo que oyeron y vieron en Cristo (Marcos 15:39). Para concluir: según la Biblia, Jesucristo es Dios, el Hijo, y como tal vamos a querer adorarle.

Oración:

Señor, confieso que por mi propia razón o elección no puedo creer en Jesucristo, mi Señor, ni acercarme a él. Sino que el Espíritu Santo me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado y guardado en la fe verdadera. De la misma manera llama, congrega, ilumina y santifica a toda la iglesia cristiana en la tierra, y en Jesucristo la conserva en la verdadera fe. Gracias te doy por ello, pues mi salvación no depende de mí sino de ti. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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