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Meditación - 2021 agosto 20

(Lectura de la Biblia en tres años: Isaías 32, Filipenses 3:14–21)

CONFIANZA EN DIOS

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo.

Salmo 56, 3-4a

Es muy frecuente sentir miedo. El miedo es una sensación que a muchos desagrada y evitan a toda costa las circunstancias que pueden ocasionarlo. No siempre es algo que se consigue, el miedo es algo que está muy arraigado en nosotros. Por una parte no es malo sentir miedo, de hecho llegar a ser algo muy útil. Cuando caminamos por un lugar desconocido el miedo nos hace estar alerta ante cualquier posible peligro y así poder defendernos o huir. En el aspecto espiritual también llega a ayudar pues habrá tentaciones que nos quieran alejar de la voluntad de Dios, pero muchas de esas tentaciones conllevan el miedo de desobedecer los mandamientos de Dios y saber que nos ganaremos los tormentos infernales.

Pero por otro lado el miedo a veces llega a ser algo muy nocivo. Hay miedos que simplemente no podemos explicar pero que nos hacen alejarnos de nuestra familia, de nuestros amigos, de la gente a nuestro alrededor y, también, de Dios. Tenemos miedo de sufrir enfermedades, padecer algún daño ocasionado por gente malvada, de decepcionar a alguien o ser rechazado. Finalmente nuestra alma se acongoja y siente despavorida el miedo a la soledad, de no contar con alguien a nuestro lado que nos pueda ayudar y consolar.

Sin embargo, todo esto no debe de ser así. Cuando el miedo comience a aparecer en nuestro corazón y pensamientos oscuros comiencen a invadir nuestra mente, debemos recordar una gran verdad que se encuentra en la Biblia: El Dios todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, es nuestro Padre. Por medio del sacramento del bautismo nos ha dado la justicia que Cristo ganó por nosotros en su vida y muerte y por ello nos ha hecho sus queridos hijos. Como el Padre que siempre está a nuestro lado, nos colma de grandes bendiciones materiales y espirituales por su amor paternal. Las bendiciones más importantes que nos ha dado son el perdón de nuestros pecados y la promesa de la vida eterna a su lado. Recuerde esta maravillosa verdad todos los días, al levantarse y acostarse, ore a su Padre Celestial agradeciéndole su infinita bondad y amor. Así el miedo se desvanecerá.

Oración:

Padre Eterno, que en los momentos de miedo tu Espíritu Santo me recuerde por medio de tu Palabra que me amas y me has dado grandes bendiciones en este amor perfecto. Amén.

 

Lea el Capítulo Completo Aquí


Meditaciones son presentadas por Producciones Multilingües-WELS y www.academiacristo.com. Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional. Todas las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NVI®. Copyright © 1986, 1999, 2015 por Biblica, Inc.™ Todos los derechos reservados en todo el mundo.

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